¿Sabías que limpiarle la boquita a tu hijo es tan importante
como bañarlo?
Una buena higiene oral es el factor más importante para
evitar la caries y las enfermedades de las encías.
Mientras más temprano empieces con la higiene bucal en tu
bebé, mejor, ya que durante los primeros meses de vida, el bebé se encuentra en
una fase oral pasiva, en la cual disfruta del masaje y manipulación de su boca.
Comenzar la limpieza de las encías desde el nacimiento, una
vez al día, aprovechando el momento del baño. Utiliza una gasa húmeda, la punta
de un pañito limpio humedecido en agua o un dedal de silicona.
Obligatorio: comenzar la higiene bucal con la erupción del
primer diente de leche (alrededor de los 6 meses de edad), dos veces al día; en
la mañana y en la noche. Utiliza una gasa, la punta de un pañito limpio
humedecido en agua o un dedal de silicona para limpiarle dientes, encías,
lengua, cachetes y paladar.
Niños de un año o más: realiza la higiene bucal con un
cepillo dental del tamaño de su boca. Si tu bebé no se despierta a comer
durante la noche ni come dulces, puedes realizar el cepillado solo con agua. En
caso contrario, debes usar pasta dental de 1000ppm de flúor en cantidad
“granito de arroz”.
Si ya le salieron sus muelas: pasar el hilo dental entre las
zonas de contacto entre las muelas antes de dormir. Puedes usar un hilo dental
con cera o si lo ves complicado, utiliza posicionadores de hilo (flossers).
Consulta al odontopediatra sobre la necesidad de aplicar
fluoruros tópicos de acuerdo al riesgo de caries de tu hijo.
El uso de pastas dentales fluoradas es la mejor manera de
prevenir las caries. Una vez que tu hijo/a haya aprendido a escupir, es
indispensable que realices el cepillado con pasta dental de 1000 ppm de flúor en
una mínima cantidad evitando que ingiera la pasta dental.
El cepillado dental en niños es efectivo sólo si es
realizado por un adulto. Recomendamos dejar que el bebé y/o niño jueguen, sin
embargo sugerimos que el adulto realice la higiene hasta que el niño posea la
habilidad motora adecuada (aproximadamente a los 8 años). A partir de ese
momento, supervisar el cepillado nocturno hasta la adolescencia.
Recuerda que la higiene oral se realiza tanto para
establecer unos buenos hábitos orales como para proteger sus dientes de leche.
Al acostumbrar a tu bebé a una limpieza dental suave y a pasar el hilo dental,
crearás un patrón de cuidados bucales que lo acompañarán durante el resto de su
vida.